Perversiones

Parafilias

La sexualidad es una parte normal de la experiencia humana. Sin embargo, los tipos de comportamiento sexual y las actitudes acerca de la sexualidad que se consideran normales varían mucho en las diferentes culturas y entre éstas. Por ejemplo, la masturbación, que durante un tiempo fue considerada como una perversión e incluso una causa de enfermedad mental, es ahora reconocida como una actividad sexual normal durante la vida. Se considera que más del 97 por ciento de los varones y el 80 por ciento de las mujeres se ha masturbado. Aunque la masturbación es normal y es a menudo recomendada como una opción de “sexo seguro”, puede causar culpabilidad y sufrimiento psicológico originado por la actitud desaprobadora de otros. Esto puede producir un considerable sufrimiento y puede incluso afectar al desarrollo sexual.

Cuando una persona alcanza la excitación sexual a través de estímulos que no se consideran normales, se dice que tiene una parafilia o psicopatología sexual. En realidad, se trata de palabra nueva para un concepto antiguo.

       Las parafilias son tan viejas como la humanidad y han recibido distintos nombres según las épocas: perversiones, aberraciones, degeneraciones, desviaciones, etc. La definición de parafilia como una conducta anormal es poco satisfactoria, ya que, si hay algún concepto en el terreno sexual que se preste a malos entendidos, este es el de normalidad.

       La historia de la sexualidad en las diversas civilizaciones pone de manifiesto la diversidad de las costumbres sexuales. Conductas que en una determinada sociedad son normales resultan inadmisibles y son condenadas en otras.

Dentro de un mismo grupo social, los hábitos sexuales no son los mismos para todos los núcleos de la población. Otra forma posible de definir la parafilia es <<aquella conducta sexual en la que no se tiene en cuenta la libertad del otro>>. Tal definición resulta valida para algunos tipos de parafilia, pero no para todos; así, en el sadomasoquismo, se supone que existe un acuerdo entre las personas que lo practican.

    Como se vera mas adelante, existen muchas clases de parafilias y no todas revisten la misma gravedad. Por esta razón, hay quienes prefieren llamarlas <<variantes de la conducta sexual>>. Por este motivo, solo se considera un trastorno sexual cuando el individuo se halla sujeto a ellas y no puede llegar a la excitación sexual de otra forma.

       La falta de datos científicos sobre estas conductas se debe al poco interés que han suscitado mientras se han considerado como particularidades propias de unas minorías más o menos pervertidas o depravadas.


       Otro motivo del desconocimiento reinante proviene de las dificultades que plantea la investigación sobre un tema tan escabroso como este. Los informes procedentes de la clínica psiquiátrica son escasos y poco fiables, ya que las personas que las practican únicamente acuden a las consultas por motivos legales o por presiones de sus parejas.

       Los datos procedentes de encuestas realizadas en la población general tampoco reflejan la realidad, ya que estas personas no responderán con sinceridad acerca de unas actividades que la sociedad considera aberrantes. Se ignora la frecuencia real de estas conductas en la población general, aunque todo parece indicar que es mucho más alta de lo que muchos suponen.

       En lo que respecta a la distribución por sexos, salvo casos muy aislados, no suelen diagnosticarse entre las mujeres. El masoquismo constituye una excepción, pero aun así, la proporción se sitúa en 20 hombres por cada mujer. En cuanto al origen de las parafilias, no se ha podido demostrar la existencia de ninguna alteración orgánica o psicológica que las explique.


       Se han formulado diversas hipótesis pero ninguna de ellas cuenta con pruebas científicas que la corroboren. Se ha sugerido que estas personas podrian tener unos niveles excesivamente altos de androgenos y tambien se ha especulado sobre una posible relacion entre conducta parafilica y lesion del lobulo temporal.

       Desde el punto de vista psicologico, la teoria del aprendizaje supone que estas conductas se instauran por haber sido reforzadas en una epoca determinada, generalmente durante la pubertad.


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